Con una estatura de 1.73 centímetros, registrar un peso de más 110 kilos ya es preocupante. Este era el caso de Víctor Harol Correcha, un joven de 24 años, de profesión Ingeniero Industrial quien veía pasar su vida en medio de los excesos, exceso de trabajo, de alcohol y en especial de comida, todo esto sumado a otro perverso ingrediente, el sedentarismo.